III LA LUZ INVADE LAS LLAMAS CONTRA EL CÁNCER INFANTIL

Me toca un año más, representar a las personas que maquinan y arriesgan en esta locura de luz tan maravillosa y que tanto consigue llenar el corazón de muchas personas, pero también a las personas que colaboran y que con su esfuerzo y dedicación hacen posible, que esa noche tan impresionante, salga, como todos soñamos cada año, y que no sólo recaudemos la mayor cantidad posible de dinero, para donar a estas dos organizaciones, dedicadas a ayudar a las familias que tienen que,  juntos a sus hijos, combatir a este enemigo cruel que afortunadamente cada vez gana menos batallas, sino que hagamos pasar una jornada inolvidable a las familias que nos acompañan durante toda la tarde noche, con actividades, que, desde las 5 de la tarde hicieron disfrutar a pequeños y mayores en la campa de las Llamas. Tuvimos, desde las manualidades para los canijos, magia, zumba, payasos, tuvimos sorteos, la presencia de muchas personalidades que cada año se suman a este iniciativa, a pequeños guerreros que han ganado la batalla y que con su ejemplo hacen más fácil a sus familias pasar esos momentos tan amargos, a familias que por desgracia no pudieron conseguirlo, y tuvieron que decir hasta pronto a sus amados pequeños ángeles. Agradecer la participación de todas aquellas personas que fueron capaces de llenar los circuitos de carrera y marcha con miles de puntos blancos, que peleaban con el faro por iluminar la noche, y que, aunque este año fuera un poco más tarde, no quisieron dejar de sumar.

Por supuesto agradecer al Gobierno de Cantabria y al ayuntamiento de Santander, con su alcaldesa al frente, que nos acompaña cada año, compartiendo el  recorrido de marcha con todos los partipantes y como siempre,  atendiendo, con su simpatía, a todos los que quieren saludarla. A los geniales  Gordinis, por el concierto que dedicaron a todas las personas que se acercaron a disfrutar de su buena música al escenario Santander. Grandes nuestros amigos Los Gordinis. Una mención especial a nuestra pequeña ruiseñor, que hizo emocionarse a mucha gente con su maravillosa voz y su gigante corazón, (un millón de besos Manuela).

A todos los patronos que cada año se suben al carro de la solidaridad participando en esta genial locura de nuestro hermano el caliente, que tiene una mención especial. Es increible, ver como el caliente, pese a que en muchos momentos las cosas no son tan fáciles como a uno le gustaría, no solo por el tiempo de dedicación, sino porque hay etapas de preparación de este evento que las cosas se tuercen, que parece que la gente no va a responder, que tus colaboradores no son tantos como quisieras, pero que no pierde nunca la esperanza, que sigue adelante contra viento y marea, que es el que anima a los demás y está siempre convencido de que todo el mundo tiene un corazón parecido al suyo y que al final todo se arreglará y saldrá como el sueña cada vez que, por su agitada cabeza prepara una nueva edición de esta carrera. No tengo palabras para expresar lo que aportas a la vida de mucha gente y si me permites, a la mía propia. Algunos tenemos la suerte de compartir muchos momentos contigo y nos gustaría que mucha gente te conociera como nosotros. Nos quedamos pequeños a tu lado. Espero que no te moleste que comente la conversación que tuvimos el viernes por la noche, cuando veníamos tu y yo solos con una valla en el brazo desde el escenario Santander, camino de la ballena, hablando de lo bien que había salido todo, de lo contenta que parecía la gente, de la multitud de abrazos y besos recibidos ese día,  y yo te comentaba lo cansado que estaba,  y que en un momento de bajón, me decías, que a lo mejor sería bueno dejarlo descansar un año para no saturar a la gente. Ya te digo desde aquí que ni de coña lo dejaremos descansar, que el día que dejemos de hacer esto, será, porque ya no tengamos a nadie al que ayudar, porque se habrá encontrado el remedio a esta enfermedad, aunque saquemos 4 euros para donar a estas organizaciones y a las que vengan. A por otra edición hermano. Nuestra pequeña Ohana cada vez se hace más fuerte y grande. Semper fi.